DAREDEVIL: ANALIZANDO AL HÉROE DESDE LA SOCIOLOGÍA

 Daredevil desde una visión social

Daredevil Fan Art. Autor: Cesar Mascarenhas. Fuente: Flickr

Daredevil (Matt Murdock es su nombre de civil) no es un personaje de cómic tan popular como pueden serlo el Capitán América, Superman o Batman. Además, este héroe de Marvel creado por Stan Lee y Bill Everett en 1964 ha sufrido muchos cambios a lo largo de su historia.

Sin embargo, en la actualidad y a raíz del cómic Born Again escrito por Frank Miller y dibujado por David Mazzuchelli en 1986, el personaje se ha ido recubriendo de una atmosfera oscura, reflexiva y realista, la cual, nos traslada junto al superhéroe de la Cocina del Infierno al corazón de temas morales y sociales como la corrupción política, la religión católica, el pecado o la justicia, haciendo ganar a este personaje carisma y popularidad.

 

Daredevil y el medio urbano como expresión del espacio social

Sin duda, uno de los encantos de este superhéroe, al igual que otros héroes callejeros como Spiderman, Luke Cage, Elektra es su relación con el medio urbano. Las tramas de los superhéroes urbanos se localizan dentro de determinadas ciudades. Además, no suelen centrarse en la clásica problemática de salvar el mundo, sino que nos cuentan historias que transcurren en un espacio urbano concreto (como un barrio o una zona de la ciudad). De esta forma, se nos hace más fácil identificarnos con ellos de una manera real.

Matt Murdock no se dedica a salvar el planeta tierra de alienígenas todopoderosos, así que mientras Los Vengadores y compañía salvan el universo, Daredevil salva a las personas que viven en el barrio que lo vio nacer, crecer y en el que sigue viviendo.

De este modo, Daredevil se nos presenta como un auténtico superhéroe de barrio, concretamente el protector de Hell´s Kitchen (La Cocina del Infierno) situado en Nueva York.


Fotografía dirección hacia el norte entre las calles 47 y 48 a lo largo de la Novena Avenida con el Time Warner Center y el edificio Hearst a la izquierda. Autor: Roger Rowtlett (15/06/2016) Fuente: Foto por cartel

En Daredevil la arquitectura urbana pasa a tener un simbolismo profundo, pues las iglesias, los tonos oscuros, los callejones sin salida, contrastan muchas veces con las grandes mansiones de villanos como el capo mafioso Kingpin o el propio juzgado donde Matt Murdock realiza su trabajo de abogado.

Matt proviene de una familia humilde, monoparental, donde su padre el cual era boxeador lo educa lo mejor que puede en los valores católicos, en la no violencia y en la ayuda a los demás como deber moral. El padre de Matt Murdock acaba siendo asesinado por unos mafiosos al no dejarse vencer en un combate de boxeo amañado.

Desde ese momento, y a través del entrenamiento que recibe del maestro ciego de artes marciales Stick, Matt se irá convirtiendo en el superhéroe Daredevil. A su vez, se irá formando como abogado en la Escuela de Derecho de Columbia donde conoce a su mejor amigo y compañero de aventuras judiciales Foggy Nelson.

De esta manera, la historia de Daredevil es una historia corriente sobre un mundo terrenal: alguien que ha tenido que labrarse un futuro, estudiar y esforzarse mucho para conseguir un empleo y mantenerse a flote. Daredevil es un superhéroe de clase obrera, al igual que es Peter Parker (Spiderman) y representa unos cánones muy diferentes (aunque tiene muchos paralelismos) con Batman.

Así que, si a sus orígenes humildes se le añaden unos poderes muy concretos (que suplen una diversidad funcional), se nos queda un personaje de lo más interesante; un joven huérfano, de barrio humilde, que se ha esforzado para sacarse su licenciatura en derecho, pero además, que a causa de un producto radioactivo (el cual causa su ceguera) desarrolla super sentidos, sobre todo el oído, desarrollando una especie de sonar de ecolocalización que, en cierto modo, le permite ver la realidad de una manera muy diferente a los demás.


El creador de cómics David Mazzucchelli en una firma del 28 de junio de 2012 para Daredevil Born Again: Artist's Edition en Midtown Comics Downtown en Manhattan. Autor: © Luigi Novi / Wikimedia Commons.

De esta forma, tanto en los cómics de Marvel como en la serie de Netflix, es bastante común ver a Daredevil por las azoteas de la Cocina del Infierno escuchando y sintiendo todas las plegarias, voces, llantos y conversaciones del barrio que lo ha visto nacer. En cierto paralelismo con sus creencias religiosas (es católico), Matt Murdock acaba teniendo el poder de escuchar las plegarias de la gente, no obstante, está muy alejado de ser un dios.

Los espacios urbanos desde las Ciencias Sociales se entienden como espacios vividos. Es decir, como un lugar que cobra el sentido a través de las relaciones sociales que ocurren en su interior. Por tanto, Daredevil a no poder ver la ciudad de una manera visual, accede a ella a través de la propia voz colectiva de las personas que la componen.

Matt Murdock es un personaje que para entender tiene que escuchar y, por tanto, eso lo hace una persona mucho más reflexiva y comprensiva, pues las problemáticas sociales (como bien saben los científicos sociales) muchas veces nos dan gran cantidad de información en los discursos.


BSO títulos iniciales serie Daredevil Netflix

Además, añadiendo una reflexión sobre la serie Daredevil de Netflix, encontramos un gran juego comparativo en la fotografía y el simbolismo de los planos utilizados respecto a los villanos y los héroes.

Por ejemplo, el villano principal, Wilson Fisk (Kingpin); un millonario, gánster y político que controla jueces, prensa y policía, un auténtico arquetipo de capitalista malvado y supremo. Nos es mostrado en la serie siempre a plena luz del día, en grandes mansiones, siempre elegante, con traje, sin esconderse, en planos nítidos y amplios (por lo menos en la primera temporada).

Por otro lado, de manera paradójica, los héroes, aquellos que intentan salvar la ciudad y a la gente que vive en ella de la corrupción, la pobreza y el crimen, siempre actúan de noche, en lugares poco glamurosos, oscuros, suben por escaleras de incendios, duermen en cuartos pequeños y desordenaos.

De esta forma, la serie de Daredevil nos expresa a través del urbanismo la lucha de poder y los diferentes estatus de los villanos ricos y poderosos (Kingpin) y los héroes pobres (Murdock).

 

Daredevil y la crítica social

Tanto en el tono que encontramos en los cómics de Frank Miller, como en otros posteriores (Diablo Guardián de Kevin Smith y Joe Quesada), las problemáticas sociales son parte fundamental de la trama; drogodependencia, crimen, violencia de género (Daredevil y Elektra Justicia para el diablo), corrupción política, judicial, militar, etc.

Todos estos temas son tratados y relacionados en muchas historias que componen los relatos del protector de la Cocina del Infierno. Las influencias de estas temáticas impregnan también la serie de Daredevil, pues en ella, el actor Charlie Cox consigue darle una personalidad y una profundidad moral al personaje (algo que pienso que no se logró en la película interpretada por Ben Affleck en 2003).

De esta manera, la trama de la serie se adentra de lleno en la corrupción y las problemáticas sociales de la ciudad; cuerpos policiales, periodistas, política, jueces, abogados, gánsteres… al más puro estilo The Wire (salvando las distancias).

Esto es una prueba más de lo interesante que es Daredevil y como de una manera bien articulada, el material de los cómics de este fantástico héroe es uno de los universos con mejor poso para realizar una película/serie de superhéroes que no caiga en los típicos clichés de película simplista de acción (cabe añadir que además en la serie las escenas de acción son de gran calidad).

El actor Charlie Fox interpretando a Daredevil en la serie de Netflix. Fuente: Flickr


Daredevil, la contradicción humana y el catolicismo

Si hay algo que nos hace humanos y humanas es la contradicción. A lo largo de nuestra vida estamos juzgándonos a nosotros mismos y comparando nuestros actos respecto a nuestra moral (lo que nos han enseñado y consideramos que está mal o bien).

Murdock es una auténtica contradicción en si mismo, pues abogado por la mañana, se convierte en un superhéroe por la noche con la intención de corregir los puntos flacos que tiene la justicia para la que el mismo trabaja.

Si bien es cierto, Daredevil sigue un estricto código ético y en casi ninguna excepción mata a sus adversarios, se limita a detenerlos y entregarlos a la justicia, donde su alter ego intenta que paguen por sus crímenes a través de la legalidad.

Por si fuera poco, Murdock es un católico practicante que por las noches sale a repartir estopa vestido de diablo. Su fe católica le hace cuestionarse continuamente sus actos, pero el cuestionamiento es mutuo, pues Daredevil también entra en conflicto con su educación religiosa.  

En muchas ocasiones no entiende el sufrimiento de la ciudad y de su propia vida. Esta continua tesitura del personaje queda plasmada de manera muy clara en un diálogo del cómic Diablo Guardián, donde Murdock formula en forma de pensamiento hacia dios las siguientes palabras:

Afortunadamente, la ciudad está en silencio esta noche. Me da tiempo para pensar. Y lo que estoy pensando ahora no es bonito.

No me harías esto ¿verdad? ¿No he tenido bastante dolor en mi vida que ahora me arrojas en medio de esto?

Oh, ahora estoy seguro de que existes…existes para proporcionar una serie infinita de angustias y tormentos… y los arrojas en mi camino para ver como reacciono.

Estoy harto de seguirte el juego…veamos como reaccionas tú a este…

De esta manera, aunque siempre lleva a cuestas una continua contradicción entre su vida y su catolicismo. Lo cierto es que su fe y sus valores (ayudar al prójimo, sacrificarse por los demás, creer en la justicia, en el bien y en la bondad) lo convierten en un personaje realmente fuerte que siempre tiene capacidad para reaccionar ante cualquier adversidad.

Asimismo, aunque que muchas veces tendemos a relacionar el catolicismo con la iglesia católica; el poder, la corrupción, los herejes, el conservadurismo, la pederastia y demás perversiones (y argumentos no faltan). Daredevil nos plantea una reflexión sobre el lado bueno de los valores católicos, los cuales, le hacen ser mejor persona.

En definitiva, Matt Murdock no es un personaje con grandes superpoderes o historias que salvan al universo, pero sin duda, su humanidad, sus contradicciones, su conciencia de clase, su sentido de la justicia y su continuo cuestionamiento moral hacen de él un superhéroe que seguramente sea el idóneo para cubrirte las espaldas en tu barrio.

Logo serie Daredevil Netflix

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